Sí, claro que te quiero con el alma, pero también te quiero con el cuerpo. Te quiero todo y quiero que me quieras con toda la piel, con las uñas y con los dedos.
¿Ves mis dedos? Aquí, donde termino y donde empiezo. No sé por qué nos dicen que en los dedos no pueden florecer los sentimientos. ¿Ves tus dedos, allí donde terminas y donde empiezas?
Déjame que te quiera con mis dedos, pulsándote apenitas, apenitas, rozando tus caderas en un largo descenso por colinas infinitas. Que mis dedos te besen el ombligo, que mis dedos se curven en tu pecho, que mis dedos te abran como un cofre lleno de flores perfumadas, lleno.
Quiéreme con las puntas de tus dedos, paseando por mi vientre, por mi pecho,
tomando mis costillas una a una, haciéndome cosquillas en el cuello.
Explórame despacio, soy un mundo por vos todos los días descubierto. Estoy abierta a toda la ternura escondida en la punta de tus dedos.
Sí, claro que te quiero con el alma, pero también te quiero con el cuerpo. Te quiero todo y quiero que me quieras con la piel, con las uñas, con los dedos.
Texto de E. Gudiño Kieffer adaptado por mí... 4 u...
2 comentarios:
Y reaparece la sensación táctil con todas las emociones asociadas.
Ya lo sabes, soy esclava del placer ;o)
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