Para poder amar verdaderamente hay que renunciar a creer que ese sentimiento es el fin de la soledad, y estar dispuestos a aceptar dos soledades, la del otro y la propia. Y es que amar es confesar: "Sí, yo te amo como tú eres, aunque no correspondas a mis sueños y a mis esperanzas, porque tu realidad me da mucho más regocijo que mis sueños..."
Extracto de un escrito llegado a mi mail
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