Seguían esperando, mientras la lluvia mojaba la noche.
"No estoy apurada, no te preocupes" - dijo ella.
"El cielo se cae, ¿no te importa?" - le preguntó él.
"No, mi papá y tu mamá están allá arriba, no van a quedarse sin nubes" - le respondió ella.
Y siguieron conversando.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario