jueves, julio 15, 2010

Como librito de autoayuda

@nitadp: Uno gobierna sus emociones, uno permite que le dañen el genio. Uno es dueño de sí mismo. Uno es lo que quiere ser. ¡Carajo! :D

Ese tweet lo envié el día de ayer. Y creo fielmente en ello. Con el tiempo he aprendido a que la actitud frente a lo que te sucede es clave para afrontarlas. Sé que sueno como el clásico libro de autoayuda. He leído por ahí uno que otro. Pero en el fondo, dicen la verdad.

La vida está llena de problemas, de pendejos, hipócritas, inútiles, estrés, obstáculos, mentirosos, necias y muchas cosas negativas. Y uno no puede eliminar nada de eso. No puede hacerse la vista gorda y hacer como si no pasara nada. En tu trabajo, en tu casa, con tu pareja, tus amigos, tu familia, el desconocido que se te cruzó en la calle, el profesor, el vigilante, toda persona en cualquier momento podrá hacer algo que te pueda cambiar el buen genio. Pero TÚ permites que lo cambie. Tú permites que lo que hagan te afecte. Simplemente porque tú gobiernas sobre lo que piensas, sientes y crees.

Decir "tú me haces sentir mal" es darle poder a esa persona. En realidad, tú permites que lo que haga esa persona te afecte.

Diablos, en serio sueno a libro de autoayuda...

¡Pero es la verdad! ¿Saben? Yo aprendí esto de mi papá. Él llevó su vida tan agradablemente, no permitía que los problemas lo agobiaran. Una de sus filosofías de vida era: Si un problema tiene solución, ¿por qué te preocupas? Si un problema no tiene solución, ¿pór qué te preocupas? (creo que es un proverbio hindú). Y tuvo muchas complicaciones, bastantes obstáculos que atravesar, pero siempre tenía una sonrisa en su rostro. A lo mucho lo veía serio o preocupado durante un momento, pero nunca dejó de ser feliz, nunca lo vi abatido. Siempre encontraba una solución.

Me creerán loca, superficial o que no presto atención a las dificultades de la vida. Pero así pienso yo, y estoy segura que viviendo así, puedo disfrutar más. También tengo problemas, no estoy contenta con todo lo que tengo, o lo que me sucede. Pero soy feliz. Soy feliz porque quiero serlo. Porque me lo he propuesto. Y no permitiré que me borren la sonrisa en mi rostro. Porque motivos para ser feliz hay millares, desde las pequeñeces más insignificantes hasta las más grandes y pesadas.

Así que ya saben. Tú eres lo que quieres ser. ¿Quieres ser feliz? Depende de ti.

No hay comentarios.: