viernes, abril 26, 2013

Una nueva nariz.


Hoy he recibido un hermoso regalo: mi nueva nariz. "Verde ecológica", le dijeron. A lo mejor y es verde esperanza. O verde boooloooooon -inserte aquí babas-. No importa. Es una nueva oportunidad de sacar lo mejor de mí.

Cada noche llego con las justas al taller de Payaso Humanitario. Y por más que esté cansada, del largo trajín del día, llego con una sonrisa. Porque me encontraré con mis hermanos payasos, con nuestra mamá payaso, eh, y la tía también, jajajajajaja. De repente, me olvido del mundo de afuera (aunque a veces es difícil), y estoy ahí, aquí. Ser y estar. Conectarme. Conmigo misma, con mis hermanos, con lo que sucede a mi alrededor. Lo que siento, lo que quiero.

Llego cansada, sí, y uno creería que luego de 3 horas, debería salir agotada. Pero resulta que no. Salgo revitalizada. Cargada de una energía maravillosa. Llena de risas, miradas, sonrisas, abrazos, emociones, sensaciones, caricias, mimos, carcajadas. 

Un espacio donde lloro. Donde río. Donde me acuerdo de mi papá. Y extraño a muchas personas. Donde canto, sin importarme que, según yo, canto feo. Un lugar donde juego. Un lugar donde soy yo misma, en mi máxima plenitud. Donde no me juzgan. Donde no se juzga. 

Jamás creí que algo tan pequeño como una nariz pueda hacerme sentir todo esto. Estoy tratando de ponerlo con palabras, expresarlo, pero es difícil. Es simplemente disfrutar, sentir, ser. Es una experiencia enriquecedora. Te da motivos para sonreír sin razón. Te hace ver que vivir es un regalo maravilloso que tenemos. Y hay que aprovechar al máximo aquello. A llenarse de experiencias. De equivocarse, meter la pata, y seguir adelante. A aprender. A ser feliz. A aprender a ser feliz. Eso.


Así que ahora, tengo un nuevo amor. Una pequeña naricita verde, pillina, coqueta, juguetona, sensible. Esperen. ¿Me estoy describiendo yo, o estoy describiendo a la nariz? Jejejeje.

No hay comentarios.: