sábado, septiembre 25, 2004

Dejar de ser yo...

Siempre he adorado el teatro, la actuación... con mi vida... es una de las cosas q más me apasiona en este mundo. El poder convertirme en cualquier persona a voluntad, adoptar un personaje y hacerlo mí­o por ese momento... el dejar de ser yo para ser ese, o esa... sólo por un instante, sólo por un segundo... sólo... cambiar, mutar, transformarme...

2 comentarios:

Joseph Seewool dijo...

“dejar de ser yo”
Este escrito breve (o esta frase larga) encierra un tratado de filosofía. No somos uno, sino varios, muchos –diría-.Nuestra alma es un escenario tras el que habitan incontables personajes pugnando por salir a escena y ser protagonistas.
Por eso, “ser otro”, a menudo es acercarse más a nosotros mismo. Ser otro es ser uno mismo más profundamente. Ser varios es ser más auténticamente. Es explorar las infinitas posibilidades del corazón.
Y bien, en mi caso yo lo realizo a través de la lectura de novelas, con la imaginación me identifico con el personaje (ah, el placer de la identificación…), siento y pienso como el personaje. Y también lo realizo con la escritura, cuando consigo crear un personaje siento y pienso a través de él.
Pero reconozco que ACTUAR es un paso más allá. De hecho en mi profesión también actúo, soy abogado y un juicio es una especie de teatro.

Como ves, tus escritos dan mucho de sí.

Diana Patiño Flor dijo...

Completamente de acuerdo contigo Jo (ya abrevié el nombre, espero no incomode), no somos uno sino una mezcla de varios, y esa fusión nos hace interesantes. Bien dice mi descripción a la derecha del blog "Soy un poco como tú, como ella también, y no nos olvidemos de ellos."

Abogado, sí, uno debe saber qué rol jugar. Me hiciste recordar una de mis películas favoritas, Chicago, donde Richard Gere también es un abogado y el juicio es como un circo, donde él hace su show.