Él habla, no escucho
Teclas van, teclas vienen
Aplausos hipócritas
No escuché
Perdí el interés
Mi mente vagó
Voló lejos
Mi prima, ¿qué le pasa?
Café, mucho café
Queso, volcán, erupción
Teclas van, teclas vienen
Melodías conocidas
Recuerdos regresan
Pensamientos vuelan
Simplemente escribo
Lo primero que llega a mi mente
Empiezo a rimar, otra vez
Sabor amargo en mi boca
Llegó el queso, estoy queso
Me río... Sonrío.
El lugar no es adecuado
La gente no escucha
Bulla, mucha bulla
El piano sigue su ritmo
El micrófono se pierde
Las mentes divagan
Hoy, ayer, mañana
Ellos miran sin ver
Risas, voces alegres
Tu voz se pierde mi amor
Entre el murmullo de la gente
Lucha amor, lucha
Hazte escuchar
No desistas
Que mis oídos no lo harán.
Mal lugar
Mala elección
Todo se pierde
Nadie escucha.
2 comentarios:
Nueva variación literaria, si antes era el pensamiento íntimo, ahora es la reflexión sociológica. Nadie escucha, hipocresía. En un café, y en cualquier parte de la civilización occidental.
En cierto modo me complace pensar que al leerte, Nita, estoy escuchando tus reflexiones y sentimientos. Sería bueno oír tu voz leyendo este escrito...Así te escucharía literalmente.
Mmmm... mi voz... deja ver cómo lo resuelvo.
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