Un telón... detrás de él, todo es oscuro... El actor aprende a caminar en la oscuridad... entre juegos de luces y sombras...
Una escenografía... La tarima, dos banquillos como escaleras, un marco de televisión, dos letreros indicando el nombre de cada hotel...
Una mochila en un camerino, con el atuendo necesario... Un bolso en el otro camerino, con el vestuario indicado... Cada uno preparado para cada salida...
Cada vez son menos las butacas vacías a la par que los latidos del corazón se aceleran, taladran, golpean más fuerte, más duro...
El público aplaude, desea ver la función...
Empieza la música, los nervios... Las piernas tiemblan, repasas tus líneas... Llegó la hora...
Seis meses de ensayo... Un par de errores de líneas, los cuales pasaron desapercibidos para los espectadores...
Y así, a contraluz, realicé uno de mis más grandes sueños: Estar en un escenario presentando una obra de teatro... Siempre he estado sentada, en primera fila, segunda... a veces por llegar tarde en las últimas. Cada vez que veía una obra tenía el mismo pensamiento, el mismo sueño, deseo: "Algún día estaré allá arriba" Ese día llegó... y fue ayer...
Gracias por ir, por reirse, por disfrutar la obra, por los aplausos, por las sonrisas... Gracias a todos... los conozca o no...
PD= (La foto queda pendiente... tengo que esperar a que me las pasen para trepar algunas, ok?)
2 comentarios:
Caminar en la oscuridad, al fin al cabo es lo que hacemos todos, nos cuenta o no.
El teatro metáfora del mundo y de la vida.
Perdón: .."nos demos cuenta o no"...
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