viernes, noviembre 26, 2004

A contraluz

Un telón... detrás de él, todo es oscuro... El actor aprende a caminar en la oscuridad... entre juegos de luces y sombras...
Una escenografía... La tarima, dos banquillos como escaleras, un marco de televisión, dos letreros indicando el nombre de cada hotel...
Una mochila en un camerino, con el atuendo necesario... Un bolso en el otro camerino, con el vestuario indicado... Cada uno preparado para cada salida...
Cada vez son menos las butacas vací­as a la par que los latidos del corazón se aceleran, taladran, golpean más fuerte, más duro...
El público aplaude, desea ver la función...
Empieza la música, los nervios... Las piernas tiemblan, repasas tus líneas... Llegó la hora...
Seis meses de ensayo... Un par de errores de líneas, los cuales pasaron desapercibidos para los espectadores...
Y así­, a contraluz, realicé uno de mis más grandes sueños: Estar en un escenario presentando una obra de teatro... Siempre he estado sentada, en primera fila, segunda... a veces por llegar tarde en las últimas. Cada vez que veía una obra tení­a el mismo pensamiento, el mismo sueño, deseo: "Algún dí­a estaré allá arriba" Ese dí­a llegó... y fue ayer...
Gracias por ir, por rei­rse, por disfrutar la obra, por los aplausos, por las sonrisas... Gracias a todos... los conozca o no...

PD= (La foto queda pendiente... tengo que esperar a que me las pasen para trepar algunas, ok?)

2 comentarios:

Joseph Seewool dijo...

Caminar en la oscuridad, al fin al cabo es lo que hacemos todos, nos cuenta o no.
El teatro metáfora del mundo y de la vida.

Joseph Seewool dijo...

Perdón: .."nos demos cuenta o no"...