Ayer me encontraba pasadita las 10 de la noche en la puerta de mi casa con una amiga, esperando a que pasara el bus que la llevara a su casa. Vivo en plena avenida así que es fácil entender que pasa una gran cantidad de carros, aunque a esa hora disminuye considerablemente.
Mientras esperábamos la susodicha buseta, pasaron algunos taxis, no recuerdo el número exacto, pero sobrepasaban los 5. Al vernos paradas en la vereda, disminuían la velocidad, prendían y apagaban las luces y hasta se estacionaban momentáneamente para decirnos: ¿taxi? Y al ver que no respondíamos seguían su camino.
No sé si sólo pase aquí o en otras partes del mundo, o por lo menos del país. La cosa es que en ningún momento hicimos algún ademán de querer parar un taxi y aun así, por el simple hecho de vernos paradas en vía pública, comenzaban su ritual de recoger pasajeros.
La verdad que la primera vez, la segunda, no le daba importancia. Pero ya luego de cuatro taxis que te hagan el mismo jueguito ya cansa pues. Si estás esperando un taxi pues apenas veas uno estiras el brazo para que pare. Pero si te quedas parado sin moverte siquiera, ¡que no joda el taxista y se vaya de largo! Más adelante debe haber alguien que sí quiera uno.
Les ha pasado también a ustedes, ¿verdad?
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