martes, abril 11, 2006

Tradiciones fuera de lugar

El día de ayer tuve que salir soplada a la Av. de las Américas a retirar una carta. El carro tomó Urdesa para pasar por la Plaza Dañín, eran aproximadamente las 17:00hrs. Llegando al Policentro y subiendo el paso a desnivel nos encontramos con un embotellamiento que parecía tener un par de cuadras de largo. Pensé a la final un accidente o algún arreglo en la calle. Pero conforme fuimos avanzando, de forma leeeeeenta, me percaté qué era lo que obstruía el paso de los vehículos: un cortejo fúnebre.

Sé que esa es una tradición de antaño, el llevar en hombros el ataud con el cuerpo, con toda la familia y seres queridos, los arreglos florares, los carros y todo ese trajín hasta llevarlo al cementerio, su nueva morada. Pero, eso se hacía en aquellos tiempos en que la ciudad no estaba tan modernizada, no habían amplias avenidas, miles de carros, buses de transporte público que se creen dueños de la calle ni una forma de vida tan determinada por los tiempos exactos. Por eso aparte se ha construido un amplio paso peatonal desde la sala de velaciones que da directo al cementerio, para así no tener que utilizar las calles.

Ya me he topado varias veces con esta situación, y a veces ha llegado al punto de desagradarme. Entiendo que duele el perder a un ser querido, y que ese cortejo pueda ser una especie de respeto hacia la persona fallecida pero, ¿obstaculizar un carril de una avenida principal para hacerlo? Para colmo en plena hora pico, donde de por sí te vas a encontrar con un tráfico apretado. En mi opinión esto no se debería seguir haciendo.

Y ustedes, ¿qué opinan?

8 comentarios:

Jorge Luis Pérez Armijos dijo...

Pues yo opino que se lo siga haciendo.

Anónimo dijo...

Voy a estar en desacuerdo por esta vez... hay algo que identifica a los pueblos.. las tradiciones... en este siglo de globalización y Tratados de Libre Comercio tratan de homogeneizarnos a todos.... perder unos minutos dentro de este mundo que vive atado al reloj es menos grave que perder algo importantísimo.. la IDENTIDAD ( así con mayúsculas)... poco a poco nos han ido quitando.. no perdón, nos HEMOS DEJADO quitar nuestras tradiciones, nuestra idiosincracia... a veces hasta nos averguenza ( no digo que este sea el caso, por aquello de las malas interpretaciones)... en Ecuador ya quedan pocas cosas tradicionales.. y lo más trágico, cuando las vemos las consideramos de un patetismo tal que no las tomamos en cuenta...en lugar de decir "esto es lo que somos" tratamos de ocultarlo... en los 60 intentaron proscribir la música de Marimba( que no es su nombre es una generalización)... pero ahora es un hito cultural.. como dijo alguien...y tergiversando un poco la cita... todo es bueno o malo dependiendo del cristal con que se mira..

Saludos desde el Birdland!!

Bird Lives!!!!!!

Barto dijo...

Es una tradicion que fastidia un poco , pero es algo que nos identifica, muchas veces me ha tocado observar esos cortejos fúnebres, he visto de todo , desde un rector de un colegio al que lo trasladaban en hombros de los miembros de la banda de guerra de su institucion,cortejos fúnebres en dias de carnaval donde los deudos van embarrados de grasa y achiote, y hasta cortejos de delincuentes donde sus compinches van desvalijando a las personas que encuentran en su camino hacia el sementerio, yo creo que no aguantaria atravesar toda la cuidad a pie para enterrar a alguien, pero si me gustaria que mi ultimo paseo sea en un atadud siguiendo la ruta 25 de julio largo, calle quito largo hasta el cementerio general.

Diana Patiño Flor dijo...

Pues, no puedo negar que los dos tienen razón... Da rabia pero sus puntos de vista también son válidos.

|_Bonny_| dijo...

Nita, sorry pero esta vez me parece que tus comments tienen mas razon que tu post. Yo se que ciertas tradiciones son fastidiosas hasta el cansancio. Que hay cosas que no comprendemos, pero son TRADICIONES que nos IDENTIFICAN. De eso consiste nuestro querido Ecuador

Un besito, y que disfrutes del feriado!!

Iván Gabriel dijo...

Es cierto que hay que mantener las tradiciones que nos identifican, no podemos simplemente perdernos y quedarnos con lo que resulta práctico, este tipo específico de tradiciones son las que nos dan "color" como cultura.

Lo que también es cierto es que las tradiciones deben adaptarse a medida que pasa el tiempo, por ejemplo en este caso se podría hacer el recorrido por las calles secundarias o las calles amplias pero del lado derecho para así tampoco retrasar a los buses (por dar una idea). Siempre hay salidas para que el progreso y las tradiciones convivan.

Muy importante también se vuelve el deshacernos de ciertas "costumbres" que algunos interpretan como tradiciones y no nos dejan avanzar como sociedad, como las de no usar los pasos peatonales, tomar un bus fuera de un paradero, poner música a alto volumen fuera de casa, coimar a los vigilantes a pesar de saber que hemos cometido una infracción (que de paso muchos no saben porque sólo saben manejar pero no conducir, nunca han leído la ley de tránsito y tienen licencia). Nunca olvidaré cuando un ecuatoriano en España salió diciendo que le gustaban las comodidades de ese país pero extrañaba Ecuador sólo porque allá es uno más y aquí era rey, hacía lo que le daba la gana y no le prestaba atención a la ley.

Anónimo dijo...

Coincido con el criterio de Iván Gabriel... no es lo mismo "tradición" que "costumbre"( en el caso de las que menciona son "MALAS costumbres".. pero eso depende mucho de la educación.. algo que también va de mal en peor en estos dias....

Saludos desde el Birdland!!!!!!

Bird Lives!!!!!!!!

Joseph Seewool dijo...

Con permiso, voy a reabrir la reflexión con un punto de vista foráneo e iconoclasta.
Este caso es todo un simbolo: la tradición del cortejo fúnebre obstaculizando el paso de la inmpaciente modernidad circulatoria. Me parece una tradición bastante respetable e inocua. Es más, de las pocas que aún conservan su significado y que habría que recuperar. Cada vez vivimos más de espaldas al hecho de la muerte, practicando la negación. ¿Ha de prevalecer una modernidad alienante?
La postura de Ivan me parece muy equilibrada, ambas, tradición y modernidad, pueden y deben coexistir.
Sin embargo, no estoy de acuerdo con un argumento que han deslizado otros amigos. Parece como si la tradición y la identidad fueran buenas en sí mismas. Discrepo, en cada caso hay que analizar qué significa una tradición, y sobre tódo, qué aporta a nuestra vida (no en términos prácticos, sino simbólicos), y en qué nos perjudica o degrada. Por ejemplo, la corrida de toros también es una tradición, y en muchos países la ablación del clítoris lo es y se defiende su práctica por su carácter tradicional.

Saludos para todos.