miércoles, enero 10, 2007

Chistecitos de mitad de semana

Una hija le dice a su madre:

Mamá, mamá tengo que ir al ginecopsiquiatra.

¿Al ginecopsiquiatra?

Sí, porque cada vez que me follan me vuelvo loca.

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Entra un hombre en una farmacia que está llena de señoras y, desde la puerta, le grita al farmacéutico:

¡Deme un condón!

Las señoras se escandalizan por lo que acaban de oir y el farmaceutico le dice al hombre:

Señor, ¡cuide su lengua!

A lo que el hombre responde:

Tiene usted mucha razón... ¡Deme dos condones!

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Un hombre que se esta comiendo una paella, ve un enorme caracol en el arroz y piensa en lo bueno que debe de estar. Coge el caracol y aspira y aspira pero no sale nada. Despues de muchos intentos se asoma para ver si estaba vacío y sorprendido se encuentra con un caracol que le dice ¡Venga, sigue, oh! ¡Sí! ¡No pares!

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Erase una vez un sacerdote lujurioso, que venía de una convención religiosa. Junto a él viajaba una monja. El sacerdote la levanta la falda y le agarra la pierna y la monja le dice:

Padre acuérdese del salmo 126.

Y el padre a esto contesta

Disculpe madre...

Durante el viaje esta situación se repitió varias veces. Cuando el padre llegó a su parroquia buscó en la biblia, y el salmo 126 decía así:

"Busca más arriba y encontrarás la gloria"

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Dos recien casados que llegan dispuestos a pasar su luna de miel, entrada la noche comienzan las caricias y los besos de los enamorados, cuando él decide por fin dar la estacada inicial, ella le pregunta:

Oye mi amor, ¿es cierto que cuando uno se casa tiene que dejar de cobrar?

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En la alcoba conyugal, la sensual esposa recibe al marido a las 3 de la mañana diciéndole:

Desabrocha mi blusa y déjala sobre la cama

Sí mi amor - le responde el marido.

Ahora el sostén, y ponlo en la silla.

Claro mi vida...

Deja mi falda en el ropero.

Bueno cariño...

Ahora mis panties en el cesto.

Ya está corazón...

¡Y QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE TE PONES MI ROPA, MARICÓN DE MIERDA!

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En la noche de bodas, la recién casada le dice a su nuevo esposo:

Ya que estamos casados, podemos ponernos de acuerdo en el sexo que tendremos, de la siguiente manera: En las tardes, si mi cabello está arreglado significa que no quiero sexo para nada. Si está un poco desarreglado quiere decir que tal vez pudiéramos tener sexo. Y si mi cabello está completamente desarreglado significa que quiero sexo.

Ok cariño - responde el marido. Sólo asegúrate de saber que cuando yo llego a casa usualmente me tomo un trago. Si solo tomo uno, eso significa que no quiero sexo. Si me tomo dos, tal vez tengamos sexo. Pero si me tomo tres tragos, ¡ME VALE VERGA COMO TENGAS EL CABELLO!

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