viernes, diciembre 11, 2009

Veré las estrellas y me acordaré de ti...

Ayer recordé un pasaje de uno de mis libros favoritos. Y mi papá se me vino a la mente. Se lo dedico.


- Por la noche mirarás las estrellas; mi casa es demasiado pequeña para que yo pueda señalarte dónde se encuentra. Así es mejor; mi estrella será para ti una cualquiera de ellas. Te gustará entonces mirar todas las estrellas. Todas ellas serán tus amigas. Y además, te haré un regalo...


Y rió una vez más.

- ¡Ah, muchachito, muchachito, cómo me gusta oír tu risa!

- Mi regalo será ése precisamente, será como el agua...

- ¿Qué quieres decir?

- La gente tiene estrellas que no son las mismas. Para los que viajan, las estrellas son guías; para otros sólo son pequeñas lucecitas. Para los sabios las estrellas son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas se callan. Tú tendrás estrellas como nadie ha tenido...

- ¿Qué quieres decir?

- Cuando por las noches mires al cielo, al pensar que en una de aquellas estrellas estoy yo riendo, será para ti como si todas las estrellas riesen. ¡Tú sólo tendrás estrellas que saben reír!


Y rió nuevamente.

- Cuando te hayas consolado (siempre se consuela uno) estarás contento de haberme conocido. Serás mi amigo y tendrás ganas de reír conmigo. Algunas veces abrirás tu ventana sólo por placer y tus amigos quedarán asombrados de verte reír mirando al cielo. Tú les explicarás: "Las estrellas me hacen reír siempre". Ellos te creerán loco. Y yo te habré jugado una mala pasada...

Y se rió otra vez.

- Será como si en vez de estrellas, te hubiese dado multitud de cascabelitos que saben reír...

Una vez más dejó oír su risa y luego se puso serio.


El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, queria invitarte a que agregues tu blog a soyecuatoriano.com
es un directorio de webs y nos gustaría que estuvieras.
saludos

Diego

Andrés dijo...

Ante ayer me encontré con este libro escondido entre otros más grandes. Es curioso que la versión que encontré tiene de carátula la foto que tienes en el post.

Empecé a leerlo un poco recordando la situación en la que me encontraba la última vez que lo leí, tratando de dormir en medio de un viaje. Nunca pude dormir, esa noche acabé el libro.

Diana Patiño Flor dijo...

Mi libro tiene la misma carátula, y si no me falla la memoria, es la carátula original :o)

Ese libro es precioso, lo leo un par de veces al año. Y una vez que se inicia, no se para hasta que se termina :D

Siempre aprendo algo nuevo. La parte del zorro, el concepto de domesticar y la puntualidad es maravilloso :D

Anakriks dijo...

Yei! Este es un libro imprescindible para mí, y me haces caer en cuenta que no tengo uno propio (sino q leo siempre alguno de los ejemplares q está en el laberinto, q horror) cosa que debo remediar. Porque leerlo y releerlo es siempre una gran experiencia.

El capítulo del zorro es sin duda la mejor parte del libro para mí. Siempre me deja en la cara una sonrisa de verdad, de esas q salen del corazón.

Hoy miraré las estrellas creyendo escuchar cascabeles. Gracias, un abrazo gigante Nita,

Rossy dijo...

Es un post hermoso. Es un libro hermoso. Eres una niña hermosa.

Otra vez, me enjugaste los "jojos"

Besos mi mona, se comparte su sentimiento.

El Cuy dijo...

A los aaaaaañossss que no leo ese libro. De chiquito yo no cachaba nada, pero luego lo leí de nuevo y ya lo entendí, jojo.

Sé que su papi está contento por allá :) Besos!

Diana Patiño Flor dijo...

Rossy - Cuy: Gracias, gracias :D Se los adora. A la Anacrix también, ah, usted no se me queda fuera :D