miércoles, enero 26, 2011

3 años papá

El día de hoy, 26 de enero, se cumple 3 años de tu ausencia física en este mundo papá. 3 años grandiosos, en los cuales han pasado tantas cosas que me habría encantado compartir contigo. Momentos tristes en que pudiste haberme consolado, errores que he cometido y en los cuales habría escuchado tus consejos, alegrías enormes para saltar de emoción y sonreír al fundirnos en un abrazo. Pero aunque no pueda verte, ni escucharte, te siento, dentro de mí. Tu esencia sigue entre nosotros.

El sábado que pasó, tus compañeros de trabajo te rindieron un homenaje. En la casa de uno de ellos, nos reunimos, con mis tíos y empezamos a hablar de ti. De tus ocurrencias, qué tipo de jefe eras, las anécdotas más locas y disparatadas, todas las cosas que aprendieron de ti. Mis tíos contaban cómo eras de pequeño, yo les contaba cómo fue tenerte como padre. Fue un momento muy, muy emotivo. Con los Beatles sonando de fondo por supuesto.

Trabajaron contigo unos cuantos años, y fue suficiente para que hayas calado tanto que te rindan un homenaje por tu cumpleaños. Todos estuvimos de acuerdo en que viviste en tu salsa (clásica frase tuya), con intensidad, lleno de una entrega total al prójimo, de humildad, de locura. Recordaban algo que siempre decías: "No imagino la vida sin pasión". Tú viviste con una pasión absoluta por la vida, y lo demostraste en cada acto.

Un recuerdo del homenaje.
Estatuilla que te hicieron. Aunque tus ojos son verdes, pero captaron tu esencia.
Nos haces mucha falta a todos papito lindo. Todavía me pongo melancólica de tanto en tanto y derramo un par de lágrimas. Pero enseguida las enjuago y me repongo, porque sé que no te gustaría que suframos por tu ausencia. Desde donde sea que estés apuesto que carajeas cada vez que alguien se pone triste porque te extraña. Y entonces sonrío, con los ojos llorosos, sí, pero sonrío, porque sé que sigues presente. Una vez leí que mientras una persona te recuerde, no mueres. Siendo así, papá, jamás morirás, porque todos, todos te recordamos.

Estás en todo lo que nos rodea, en todos nosotros, estás en las flores que un joven enamorado arranca de un árbol, en la guayaba que tanto te gustaba, en el queso de coco que te privaba, en el aroma del café humeando, en la risa de un bebé, en cada viajero que jala dedo para llegar a su destino, en cada copa de vino que se sirve con una sonrisa, en cada grito de alegría, en cada mala palabra que se pronuncia desde lo más hondo del estómago, en el aroma de las hojas de un libro, en las canciones que tanto te gustaba cantar, en cada una de los Beatles, en las galletitas saltinas con mantequilla y queso, en el batido de guineo, en la tortilla de huevo con pedacitos de queso, en cada palabra que busco en un diccionario, en la sensación de la tierra cuando la piso descalza, en el majestuoso mar que se extiende hasta el horizonte, en el puré de papa, en las travesuras.

Estás papá. Estás aquí dentro, en mi corazón, en mis lágrimas, en mis sonrisas, en cada paso que doy, en cada cosa que hago.

Te amo.


"Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando." Rabindranath Tagore.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no tengo palabras..increible, es bonito leer estas cosas cuando tambien te sientes identificada con ello..aunque no precisamente con el mismo parentesco. y es verdad que una persona no muere cuando deja de respirar sino cuando deja de ser recordaba..un besazo!

José Lubín dijo...

Entre las cosas que compartimos, está la ausencia física de nuestros padres y saber que su presencia está en tantas cosas que nos enseñaron, contaron, mostraron y dijeron.

Porque a la final, su existencia perdura através de la nuestra y de quienes de tanto en tanto recuerdan lo que ellos nos dieron :)

Un fuerte abrazo monita!!!!