martes, abril 10, 2012

Hey, soul sister.

Cuando unas palabras de una persona que no conoces, te abren la vena y brotan aquellas palabras que has tenido guardadas durante un buen tiempo. Leer la confesión de otra persona, y sorprenderte, al compartir tu misma sensación, en sus dedos, en sus palabras, en su cuerpo, en su añoranza.

No entiendo por qué te extraño…simplemente ocurre. Hay días –como hoy- en los que te busco incesantemente en mis recuerdos... ni las huellas de otros cuerpos, de otros besos, otros olores, borran el tuyo; es como si tuviera tatuada tu presencia a mi lado. (Extraños recuerdos).

Y son cositas tan insignificantes, que harían reír a cualquiera, las que te traen a mi presente. Jeje. Reír. Aquellas carcajadas que nacían desde lo más profundo. Estruendosas. Alocadas. Desinhibidas. Jamás he reído de la forma en que reía contigo. Fui completamente yo. Sin tapujos, sin poses, sin nada. Sacaste de mí lo que nadie ha logrado obtener. Una Diana que ni yo misma conocía.

Y esta soy yo: intensa, medio loca, a veces un tanto voluble, dispersa, alocada, pasional, irreverente, a ratos agresiva y un tanto violenta, amorosa, dispuesta a cambiar y aprender, en constante cambio y en una búsqueda incesante por conocerme y seguir creciendo. En ocasiones berrinchuda y caprichosa, pero te confieso algo: ¡lo disfruto muchísimo! (Carta a la intensidad 1).

Sin embargo separarnos fue lo mejor. Nos íbamos a hacer (nos estábamos haciendo) daño. Pero, como buena masoquista que soy, lo estaba disfrutando. Bien lo sabes: yo vivo el momento. Duró lo que tuvo que durar. Y sentí (¿sentimos?) cosas que creí no volvería a sentir. Todavía me gusta creer, ilusamente, en tus palabras, en aquellos ojos de mirada necesitada, tus manos tierno-agresivas, tus gestos. En ti. Creo en ti. Creo que fuiste, eres y serás un maricón. Pero un maricón que me hizo feliz en tan poco tiempo.

Gracias mmv.

No hay comentarios.: