domingo, enero 20, 2013

El peor día de tu vida.


Siendo domingo, puedo decirles que esta ha sido una semana completamente fuera de la rutina. Una locura total. Pero muy satisfactoria, y llena de grandes momentos.

Mi lunes fue digno de haberse planeado para "El peor día de tu vida". Sólo faltó que apareciera Tinelli, las cámaras y todos se estén riendo. Lluvia, problemas en el trabajo por falta de luz, olvidarse las llaves y tener que treparse la reja para entrar a la casa, llanta pinchada. En serio. Fue algo descomunal. Agradezco no ser una persona con caracter amargado, porque tuve suficientes motivos para mandar todo a la mierda. 

Sin embargo, toda esa tragedia dio paso a que esta semana fuera de lo más movida e interesante. A tal punto que terminé en Quito. Y qué mejor excusa de estar en la capital, para visitar a los panas que no ves hace tiempo. Atragantarse de pizza (se escribe pizza, se pronuncia piCza, y se come con las manos), enamorarte del JAAA, salir a bailotear, descansar, encontrar otro mono más para tu colección (bautizado como Viejo Bob), conversar con el jefe chulo (y que te sacuda, como siempre), y despejar un poco la cabeza.

Bien dicen que cuando la vida te cierra una puerta, te abre una ventana. A lo mejor te abre otra puerta, una rendija, o un portal. No importa. El asunto aquí es tu reacción ante las circunstancias que te pone la vida. Uno debe aprender a adaptarse, y seguir adelante. 

Y ahora, a tan solo pocos horas de acabarse la semana, puedo decir que ha sido increíble. Vida, siempre me sorprendes. Gracias.

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