miércoles, enero 21, 2015

Lo que uno hace se devuelve.

¿Saben qué es lindo? Cuando el karma actúa de manera instantánea, en el lugar menos esperado, de la forma más sencilla posible.

Así me pasó ayer por la noche, cuando fui al Supermaxi a comprar una fundita de veneno para ratas. Sí, Gastón (ese nombre le puse) es un nuevo inquilino que tenemos en casa y, lamentablemente para él, no es bienvenido. ¿Cómo lo descubrimos? ¡El muy conchudo se me come los mangos! Ayer por la mañana despierto y veo un mango roído y comido casi la mitad. Ah no, no señor. Yo que me trepé al techo de la Danu, recolecté los mangos con el sudor de mi frente, puse mi vida en peligro, los saboreé en mi mente, llevé a casa, lavé, separé y dejé listos para comérmelos poco a poco, ¿ver que un mamífero roedor se me los está comiendo? ¡No, señor! ¡Gastón se va! Las únicas ratas bienvenidas en mi casa son Dael y Clau. Pare de contar.

Experta en buscar la fila más corta posible, analizar los carritos de compras, la rapidez del cajero y demás factores que me ayudan a salir rápido, me acerqué a un señor con pocas compras y pregunté si me dejaba pasar (ya que solo llevaba el veneno). El señor accedió sin mayor problema y le agradecí. Mientras esperábamos a que el cajero me atienda, el señor me comentó que el veneno que estaba comprando es bueno, que él lo usa, y así se inició una conversación trivial sobre el tema. El que hace fila ya conoce que cualquier tema puede desencadenar una pequeña conversación para pasar el tiempo de espera. Pagué mi producto y me fui a retirar la mochila que había dejado en custodia. El señor me la devuelve preguntándome si me habían dado la revista, a lo que respondí no. Me indicó que el cajero podía dármela. A lo que regreso donde el cajero, este me pregunta si podía facilitarte la tarjeta de descuento, y me percato que al señor no le cogía la de él. Yo sólo respondí: "¡Pero claro!" Y se la entregué. La pasó por el escáner y me la devolvió. El señor sonrió. Y yo le dije: "¿Vio? Lo que uno hace se devuelve".

El señor me agradeció el gesto, y yo con una sonrisa, me di media vuelta y me fui. Contenta.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero se quedo sin acumular puntos :P