sábado, diciembre 27, 2025

Lord Lucifer Mateo de Canterville.

Sí. Ese es su nombre completo. Aunque todos lo conocimos simplemente como "Luci". Y, muy pocos lo saben, su primer nombre fue Julio Peligro. Pero cuando lo adopté, en julio del 2019, la serie Lucifer estaba en boga y la personalidad de él era tan parecida al protagonista que decidí rebautizarlo. Todos quienes lo conocieron decían lo mismo: es un bandido encantador.

Luci es el gato con  más personalidad que he conocido. Desde chiquito se notó que tenía mucho carácter. No era el típico gato pendejo. El man era pilas, sabido, guapo, curioso, conversón y muy sociable. Territorial a morir. Peleador y protector. Cuando me enfermaba él se quedaba conmigo acompañándome. Mamá sabía que yo ya estaba llegando a casa porque Luci se levantaba de la cama y salía al recibidor a esperarme. Ay, y si no entraba a la casa y me iba directo a la suite el señor armaba el escándalo para que le abran la puerta e ir tras de mí.

Luci encantaba a todos. Hasta aquellos a quienes no le gustan los gatos. Luci era la excepción. Cada vez que teníamos visitas él era un anfitrión más. Se sentaba con nosotros en el mueble, en alguna silla desocupada o en plena mesa de centro, porque, obvio, él era el centro de atención. Cuando venía algún maestro o trabajador, él era el fiscalizador de obra. Todo arreglo que se ha realizado en esta casa Luci lo ha supervisado.

Una parte de su vida con la que no estaba de acuerdo pero me resigné a aceptarla era lo peleón. Desde que probó calle se volvió busca pleitos. Algunas veces regresó con más heridas de las que él solito podía curarse y teníamos que apoyarlo. Pero apenas se recuperaba volvía a causar estragos en los techos. Creo que empezó peleando y luego terminó organizándolas. A lo Fight Club. Era mi pequeño Tyler Durden. A veces estábamos tranquilos en cama viendo algo en la tv cuando se escuchaba un ruido en el techo y Luci se ponía mosca. Miraba arriba un ratito y en cuestión de segundos saltaba de la cama, se trepaba por la reja de la ventana y salía a darle una paliza a algún gato desubicado que osaba pisar su territorio. A los 5 minutos regresaba como el pavo, orgulloso y se volvía a echar en la cama a acicalarse.

Amaba el pollito y el pescado. Cuando olía jamón parecía ambulancia. Una noche el sabandija esperó a que preparara mi tablita de charcutería, la pusiera en la mesa, prendiera la tv y apagara las luces para sustraerse muy sigilosamente toda la tira de salami. Me di cuenta cuando tanteé el plato y no los encontré. El man era pilas.

Ah, las palomas. Esas eran su devoción. Jamás he tenido un gato que devorase palomas. Al comienzo me asusté. Un día entré a la casa y el señor tenía montada en la sala la escena del crimen. Faltaba nomás la tira amarilla y la gente de CSI. Y él estaba acostado al lado del cadáver. Cual artista posando al lado de su obra de arte. A partir de ese día las palomas del barrio tuvieron que tener extremo cuidado porque donde Don Luci agarraba una, se iba al cielo de las palomitas.

Le encantaba conversar. Y sí. Podrá leerse raro pero Luci era muy conversón. Tú le preguntabas algo y él respondía. Ya tú te tenías que inventar en tu cabeza lo que él te decía. Pero hablaba. Y modulaba los maullidos. En serio podías entablar una pequeña conversación con él. Mamá siempre cuenta sus anécdotas de las discusiones y conversaciones que tiene con Luci. Cuando están en el patio, con las plantas, desayunando, cuando la acompañaba en la cocina o echados en la cama. Mamá tiene millares de historias. La misma madre que no quería tener mascotas terminó llamándose "abuela". Y como buena abuela, siempre le cuenta a sus seres queridos la última del nieto.

Por lo peleón que era yo ya me había hecho a la idea de que en cualquier momento iba a regresar herido de muerte. O que simplemente no iba a regresar. Pero se me fue de otra forma. Inesperada y súbita. Lo llevamos al vet e intentamos salvarlo pero la doc dijo que había 50/50 de probabilidad. Y que en los gatos muchas enfermedades son silenciosas. Le susurré a Luci que si quería irse que estaba bien. Que lo amaba. Y cuando lo traje a casa y lo puse en su trapito no dio más. Me dolió el alma porque lo vi morir. En mis brazos. Me desgarró.

Y aquí estoy escribiendo esto en homenaje a ti, mi purrunguis. Me encantaba llegar a casa y verte esperándome en el patio, al pie de la puerta. Cruzábamos miradas y te gritaba "¡Amor de mi vida!" y tú respondías "miauu". Eras súper fotogénico y tenías unas poses increíbles. Una cara de estúpido única. Pero quienes se daban el lujo de conocerte descubrían un gato cariñoso y amable. Engreído. Eres único, Luci. Nunca encontraré otro gato como tú. Eras demasiado bacán. 

Ahora te imagino en el cielo de los gatitos. Organizando peleas en la 5ta nube. Cazando otro tipo de seres alados. Comiendo todo el pollito que quieras y acurrucándote hecho bolita.

Gracias por llegar a mi vida.

Su 1era foto

Su última foto

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Amiga, que dolor. Espero que Dios las abrace a doña Anita y a ti. Tqm

Anónimo dijo...

Diana, qué linda huella ha dejado Luci, por ello me alegro. Siento mucho tu pérdida, su recuerdo lo mantendrá a tu lado 🫂
Un abrazo para ti y otro para tu mami

Anónimo dijo...

Dianita, que tristeza Lucy era lo máximo y lo seguirá siendo en el mundo de los Felinos más hermosos y fieles, siento mucho su partida.

Anónimo dijo...

Un abrazo enorme Mona...
Si, lucí fue un bacan, y te estará acompañando siempre desde gatolandia...

Anónimo dijo...

Diana de mi corazón, te acompaño con éste tu dolor, lo siento en el alma por la falta de su presencia física, lo lamento mucho flaca.

Anónimo dijo...

Qué lindo homenaje para Lucifer! Sé que debes estar destrozada pero ya estaba escrito que su vida terminaba ese día 🥹 y que no se podía hacer más nada....lo importante es que tú le diste todo el cariño y el amor que muchas personas no lo hacen!! Un abrazo!

Anónimo dijo...

:( lo siento mucho, los que hemos sido amados por una mascota sabemos lo duro que es su ausencia cuando les toca despedirse. Te mando un abrazo grande. Hermosas palabras para Luci.

Anónimo dijo...

Lo siento mucho ☹️☹️☹️☹️