miércoles, junio 30, 2004

Mi lindo Guayaquil

Ayer, por un motivo especial fui a un lugar al cual no había ido hace ya un buen tiempo... Me pasa muy seguido q pienso en mi ciudad como un lugar feo para vivir: delincuencia, ruido, mala educación, irrespeto, calles dañadas, semáforos locos, señales de tránsito ilógicas y bueno... toda esta sarta de cosas las cuales te ayudan a formar una idea negativa de tu ciudad... Sin embargo, hay ciertos lugares claves (secretos a veces) en donde tienes un punto de vista diferente de Guayaquil.

Es coincidencia q justo el lugar q yo más conozco y aprecio se encuentra un poco alto de la "superficie guayaca". Desde ahí tengo una vista sorprendente de la ciudad y es en ese momento cuando exhalo fuerte y hondo y pienso "q hermosa ciudad carajo".

Veo todo más chiquito y me doy cuenta lo insignificantes q podemos llegar a ser, si queremos, porque en lo pequeño se puede encontrar algo grandioso, dicen q en los pequeños detalles se encuentra la gracia de vivir. Aunque también en cosas grandes podemos encontrar algo interesante...

Últimamente me he dado cuenta que vivimos en un mundo caótico y hermoso al mismo tiempo y eso le da un toque especial. Si todo fuera hermoso, lindo, perfecto, no habrí­a gracia. Debe existir lo malo para poder disfrutar lo bueno, debemos estar enfermos para agradecer cuando poseemos una buena salud, debemos no ser correspondidos en el amor alguna vez (lamentablemente) para aprender a amar y ser amados. En sí, debemos caer para aprender a levantarnos y una vez arriba, disfrutar el hecho de habernos incorporado en nuestras dos piernas para seguir caminando...

Y bueno, como siempre, tengo tantas cosas que decir pero tan poco tiempo para hacerlo. Tengo un compromiso y la verdad ya se me está haciendo tarde y una de las cosas q menos me gusta es la inpuntualidad (ese será otro tema para otro post) así q mejor voy apurando el paso... Nos veremos en otra ocasión.

Y cierto... LOS QUIERO, LOS ADORO, LOS AMO. (Cada uno agarre el q más le guste) ;o)

2 comentarios:

Joseph Seewool dijo...

Qué tal, Diana:
Aceptando tu amable acogida he decidido leerte por orden cronológico. Este comienzo de tu blog me recuerda –cambiando las circunstancias- el de la novela de Leopoldo Alas, “La regenta”, en la que el personaje Fermin de Pas reflexiona contemplando su ciudad (“Vetusta”) desde lo alto de la torre del campanario de la Catedral. Como ves, hay un interesante paralelismo. Por supuesto, el contenido de las reflexiones es bien diferente (en tu favor claro, con respecto al personaje). Y en efecto, la vida, el universo, es una dialéctica de contrarios. Y la felicidad (siempre relativa) consiste en un equilibrio (precario siempre) entre esos polos opuestos.
Con este escrito te has elevado en los dos sentidos. Un beso y gracias (con dos años y medio de retraso) por haberme transportado con la imaginación a tu linda y caótica Guayaquil.

Diana Patiño Flor dijo...

Guau, me has hecho leer mi primer post, qué agradable ha sido. Había olvidado mis inicios, jeje. Imagino que eso pasa cuando el camino ya es largo y ha tomado muchas curvas.
Gracias por la comparación con la novela y por el análisis que obtienes. Gracias también por los halagos, siempre son bien recibidos ;o)

Espero sigas leyendo, encontrarás muchas cosas, de todo un poco, algunas ni siquiera las entenderás, están en claves, jeje, pero bueno, si me sigues leyendo, de alguna forma, me irás conociendo. Veamos qué resulta al final. Espero sea algo positivo.

Un beso Joseph.