Saben? Hoy me tocó recoger toda una serie de carteles que el grupo de teatro de mi universidad colocó para informar un casting que estábamos haciendo... Y mientras los iba recogiendo, los iba arrugando y amontonando uno encima del otro... haciendo eso se me ocurrió un título algo así como "papeles arrugados" pero se me prendió el foco (el cual ya anda medio chamuscado) y le cambié "papeles" por "corazones"...
Uuummm... cuántas veces hemos utilizado, conciente o inconciente, el corazón de otra persona, o talvez utilizado nuestro mismo corazón o porqué no, permitir que otra persona lo utilice... para después, cuando no sirva, arrugarlo... Tal cual como hice con los papeles... ya acabó el casting, ya no me sirven, tonces los arrugo...
Es interesante la forma y el momento en el cual se despierta tu inspiración... Conversando de cosas que pueden no tener forma, ni pies ni cabeza o que simplemente no tiene absolutamente nada que ver... de repente ¡puf! se te ocurre algo...
Hay q cuidar el corazoncito (mi corazón es delicado, trátalo bien... jeje)... Cuántas desventuras habrán pasado, sufrido, gozado y bue... se emociona, se bajonea... todo un recorrido en montaña rusa... Pobeshito... parece ser el músculo que más sufre (bueno, sí sé que todo es en el cerebro pero déjenme darle ese toque literario) y bueno... por más que sufra se recupera el muchacho...
Y pensar que todo esto surgió de una montaña de papeles arrugados...
1 comentario:
Pues sí, este título y esta metáfora que encierra me han gustado. Hasta ahora yo había interpretado un corazón arrugado como con miedo, encogido. Le has dado otro significado.
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