Montañita y la Fiesta de la luna llena...

El fin de semana pasado me fui para Montañita con una gran amiga y un gran amigo. Ya llevaba demasiado tiempo con unas ganas enormes de desconectarme del caótico mundo en el que vivimos y qué mejor que trasladarme a un mundo paralelo (una dimensión desconocida), porque así siento que es Montaña: podrá estar geográficamente ubicado en un mapa pero al llegar allá­ te das cuenta que es otro mundo. Es otro ambiente, sientes una nueva energía, una vibración diferente. En ti, en ellos, en todos. La verdad que la pasamos increí­ble y para colmo caí­mos en plena "Full Moon Party" (fiesta de la luna llena). Bueno, aunque no habí­a luna y todaví­a no entendemos porqué hicieron la fiesta pero bueno, la hicieron y punto.
Lo interesante de la noche y el objetivo de este post, es lo que le pasó a mi amiguillo... Y bueno, lo que me pasó a mí­ también. Justo la noche anterior después de hospedarnos y deambular por las calles de Montaña, habíamos caí­do en otra fiestecita vaga con fogata y todo al pie del mar. Esa noche fue deliciosa pues bailamos hasta ya muy entrada la madrugada y es más, pude bailar como suelo hacer en mi casa, sola, cuando nadie me ve. En cambio acá, todos estábamos en el mismo "trip" y cada uno bailaba como le daba la gana al compás de Manu Chao, Bob Marley y un par más de cantantes y grupos musicales. Lo rico fue que nadie se me quedó viendo raro cuando empecé a saltar como si tuviera una pulga recorriendo mi cuerpo. Es más, todos estábamos saltando, como locos... Y me gustó...
Regresando a la fiesta de la luna, la cual se suponí­a iba a estar mucho mejor a la que ya habí­amos asistido, ocurrió algo diferente. Llegamos temprano y poco a poco vimos cómo se iba llenando. La música ya ensordecí­a obligándote a alzar la voz para hacerte escuchar. Mi amiguilla se escabulló en un paseo nocturno a pies descalzos por la playa y yo me encontraba sentada con mi amigo observando una pantalla gigante que proyectaba unos dibujos animados. Alrededor nuestro ya se habí­a generado un ambiente increí­ble. Las notas electrónicas inundaban el lugar, la fogata empezaba a arder, los malabaristas de fuego te asombraban con sus movimientos. La gente reí­a, conversaba amenamente, bailaba, y un par más de acciones que respeto mas no comparto. Sin embargo algo faltaba: mi amigo y yo seguí­amos sentados, cuando lo normal serí­a estar en plena pista bailando hasta caer del cansancio.
Entre conversaciones, risas y bromas le pregunté cómo así­ no estábamos bailando a lo que me responde que no se sentí­a en ambiente. Esas palabras me pusieron a pensar y me surgió la siguiente duda: ¿El ambiente es un factor externo o interno? Él y yo nos encontrábamos en la misma situación, en el mismo lugar, bajo las mismas influencias y rodeados por el mismo ambiente. Sin embargo él no se sentí­a con ganas de bailar ni de joder mientras que yo sí.
A lo largo de la noche seguí­ analizando la situación pues odio quedarme con alguna duda sin resolverla... Los minutos pasaban y mi mente divagaba, haciendo conexiones, recordando, lanzando hipótesis. Llegué a la conclusión de que el ambiente no se genera netamente en el exterior, es decir, en lo que te rodea, tu estado de ánimo también influye bastante en el mismo y es el conjunto de los dos el cual forma el "ambiente" en el que te encuentras... espero hacerme entender...
Ahora le pregunta que me surge es qué pasaba en el "interior" de mi amigo para que no se haya sentido en el ambiente oportuno de la noche ya que en ese momento, no me supo decir qué le pasaba... A la final será que le faltó la influencia de la luna (¿fiesta de la luna sin luna?) pero, porqué en la noche anterior sí­ se sintió en ambiente...