lunes, julio 11, 2005

Invitación a vivir


TYLER
I'm keeping your license. I'm going to check on you. I know where you live. If you aren't back in school and on your way to being a veterinarian in six weeks, you will be dead. Now run on home.

Tyler throws him his wallet. Raymond takes it, staggers to his feet and heads down an alleyway, running.

TYLER
Run, Forrest, run!

JACK
I feel ill.

TYLER
Imagine how he feels.

JACK
Come on, this isn't funny! That wasn't funny! What the fuck was the point of that?

TYLER
Tomorrow will be the most beautiful day in Raymond K. Hessel's life. His breakfast will taste better than any meal you and I have ever tasted.


Antes que nada ese diálogo es un extracto de la película Fight Club (Club de la pelea). Sé que la foto no es de la misma escena pero no encontré otra mejorcilla. Los que se la vieron no sé si recuerden la escena en la cual Jack y Tyler entran a una tienda y llevan a la parte de atrás al que atiende. Tyler lo apunta con el arma en la cabeza y bueno, se desarrolla toda esa escena bastante intrigante, sobre todo porque el final te deja completamente sorprendido.

"Tomorrow will be the most beautiful day in Raymond K. Hessel's life"
es una oración que me impactó bastante. Estar al borde de la muerte y poder sobrevivir, el saber que tienes una segunda oportunidad para disfrutar de la vida te hace ver lo importante que es la misma. Pero, ¿por qué tener que llegar hasta ese punto para darte cuenta? No siempre puedes estar al borde de la muerte y salvarte de la misma. Yo lo he estado en dos ocasiones, y en la segunda me dijeron que alguien arriba me tiene que querer mucho para que siga con vida. Y bueno, la primera vez no recuerdo haber agradecido por esa segunda oportunidad, lo único que recuerdo es el trauma que tuve luego de salir del hospital con mis manos casi reconstruidas porque se me cayó un espejo encima.

Pero la segunda, la segunda ocasión fue diferente. En un campamento me resbalé por unas piedras y me golpeé la cabeza y la columna, quedando inconsciente por unos segundos. Tranquilamente pude desnucarme y ni siquiera estar aquí escribiendo esto. Luego que me sacaron (porque fueron dentro de unas grutas) sólo tenía la espalda raspada, estaba completamente empapada y con una ligera desorientación. Luego de salir a la luz de nuevo un grupo de peladitos se empezaron a reír mientras decían: "Jajajaja... miren, una guía se cayó". Yo seguí caminando todavía en shock y mis acampadas acudieron a preguntarme cómo me encontraba.

No podía articular palabra alguna, no podía creer que seguía viva y no paraba de repetirse en mi mente la imagen mía cayéndome de espalda. Mientras caminábamos de regreso al campamento, de la nada, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Lo bueno fue que como estaba llena de lodo y agua, nadie se dio cuenta. Me sentí más viva que nunca. Le agradecí a Dios profundamente por haberme cuidado y por darme la oportunidad de seguir en este mundo. Disfruté como nunca la tierra y las piedras que conformaban el camino, las flores a los costados, la amistad y preocupación de mis amigas, la sonrisa afable de Fabián, el jefe del campamento, al decirme que se alegraba por tenerme de vuelta y al prestarme su baño para asearme.

Todo, el cielo con sus nubes, los rayos de sol, la cena que nos dieron. El frío y el calor. Lo bueno y lo malo. Todo en ese momento cobró su verdadera importancia. Me sentí conectada con todo lo que me rodeaba. Y sí, como decía la película, no sólo el día siguiente, desde el momento en que capté lo que había pasado y lo que me pudo haber pasado, fue inmensamente feliz.

Y sí, esas cosas me han enseñado a que no puedes desperdiciar un sólo momento de tu vida. El siguiente segundo pasa algo, cualquier cosa, y se acaba todo. Sí, suena muy fatalista, pero, es verdad. No hay que esperar a que te apunten con un arma (sí, también lo hicieron... Choro de /%&%&, todavía recuerdo ese celular) para reaccionar, o a salvarte de un accidente de tránsito, o lo que sea. Hay que empezar a vivir ya, ahora... en lo que lees este post, y piensas en lo que estoy diciendo... En esta letra, la a, z. la que sea, no importa. Sí, ya me volví loca... Y bue, loca siempre he sido... Pero bueno... ¿Qué esperas? ¡A vivir caramba! Que vida sólo hay una... creo... y si hay más pues que yo sepa sólo te acuerdas de la que estás viviendo en ese momento...

Yo sólo sé que cuando esté en mi lecho de muerte, voy a hacer un flashback de todo lo que viví y voy a sonreír. Sonreír por estar satisfecha de haber vivido mi vida y haberla disfrutado.

1 comentario:

Joseph Seewool dijo...

Yo he tenido tres oportunidades de pasar al otro lado. La primera casi me atropella un auto, la segunda casi me desnuco igual que tú, y la tercera…bueno, pasé por el quirófano. Como soy felino se supone que aún me quedan otras tres antes de conseguirlo, pero la verdad, pienso tomármelo con mucha calma para encontrar la cuarta., y desde luego, cuando llegue la definitiva también pensaré que al menos he vivido intensamente. Gracias por tu reflexión y por animarnos a vivir.