sábado, mayo 07, 2011

Si llego a ser madre quisiera ser tan sabia como la mía

Porque ha tenido la paciencia necesaria para enseñarme a vivir. Sé que no he sido fácil de criar, pero ella lo ha hecho con tanto gusto y ahínco que nunca terminaré de agradecerle.
Porque con ella he aprendido el significado de la palabra "sacrificio". 
Porque a pesar de mis errores, ella ha estado ahí para tenderme su mano y ayudarme a levantarme y seguir caminando.
Porque a pesar de sus errores, ha tenido la humildad para aceptarlos, disculparse y esmerarse en no volverlos a cometer.
Porque tiene miedo a que me suceda algo malo, y batalla día a día entre encerrarme en una cajita de cristal o dejarme libre para aprender a cuidarme por mi propia cuenta. Eso sí, siempre bajo su ojo protector.
Porque sé que no quisiera que jamás me separe de su lado, pero sabe que debe permitirme volar y construir mi propia vida.
Porque me ha enseñado a defender mis valores, mis principios. Y no dejarme pisotear por nadie.
Porque es difícil aceptar una forma de pensar opuesta a la tuya, y ella ha sabido hacerlo, aunque le cueste mucho. Inclusive tratando más adelante de insistir otra vez. (Pero me enseñaste a defender mi forma de pensar cuando creo estar en lo correcto, así que ahí te salió un arma de doble filo)
Porque confía en mí, y me da la oportunidad de confiar en ella. Una confianza que ha tenido que construirse durante muchos años, y ha costado lágrimas, peleas y arrebatos de ira.
Porque ahora, a mis 28 años, a veces yo parezco la madre, y ella, la hija.
Porque no ha perdido esa risa de niña pequeña, y escucharla me hace sonreír el corazón.
Porque es fuerte, responsable, inteligente, atenta, perseverante, amable, amorosa, firme, comprensiva, sencilla, espontánea, generosa, luchadora y tantos atributos más que detallarlos todos harían este post eterno.
Porque sé que si la vida le da la oportunidad de tenerla con nosotros cuando tengamos nuestros hijos, será una abuela maravillosa.
Porque esa misma vida le ha dado duro, se la ha puesto fea, y ella  ha demostrado que puede agarrarla, parársele firme, enfrentarla, y decirle "no te tengo miedo". 
Porque es maravillosa. Increíble. Tan diferente y a la vez tan parecida a mí. Porque a veces no la comprendo, porque no siempre opinamos lo mismo. Pero el amor, ese amor se nutre y crece día a día, fortaleciéndonos, uniéndonos.

Gracias madre por todo lo que me has enseñado. Por todo lo que has hecho y dejado de hacer. Lo has hecho bien, lo seguirás haciendo. Estoy orgullosa y agradecida de tenerte a mi lado.

Te ama,
Tu hija.

No hay comentarios.: