viernes, noviembre 02, 2012

Volar.

Vos vuelas con más libertad, yo tengo mochadas las alas. ¿Si primero me enseñas a volar bajito? No comprendo, ¿cómo puedes ser tan espontáneo y arriesgado sin temer a salir herido?


"Sin riesgo no hay vida... si no camino o avanzo, cómo podré saber lo bello que es más adelante... y por eso me lanzo al vacío. Y si me toca salir herido, aprendo la lección, buena o mal y la guardo. Y sigo adelante, sonriendo, como usted lo hace en este momento... ¡Me regalas otra sonrisa por favor!"

Y sonrío.

Y recuerdo al Principito. 


"- Por la noche mirarás las estrellas. La mía es demasiado pequeña para que te muestre dónde se encuentra. Es mejor así. Mi estrella será para ti una de las tantas estrellas. Entonces, te gustará mirar a todas las estrellas. Todas serán tus amigas. Y además voy a hacerte un regalo...

Volvió a reír.

- ¡Ah, hombrecito, hombrecito, me gusta escuchar esa risa!

- Justamente ése será mi regalo... será como con el agua...

- ¿Qué quieres decir?

- La gente tiene estrellas que no son las mismas. Para quienes viajan, las estrellas son guías. Para otros no son más que pequeñas luces. Para otros que son sabios, ellas son problemas. Para mi hombre de negocios significaban oro. Pero todas esas estrellas son mudas. Tú tendrás estrellas como no tiene nadie...

- ¿Qué quieres decir?

- Cuando mires el cielo por la noche, dado que yo estaré en una de ellas, dado que yo reiré en una de ellas, entonces será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!

Y volvió a reír.

- Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido. Serás siempre mi amigo. Tendrás ganas de reír conmigo. Y abrirás de vez en cuando tu ventana, así, por placer... Y tus amigos se sorprenderán de verte reír al mirar el cielo. Entonces les dirás: "Sí, las estrellas siempre me hacen reír". Y ellos te creerán loco. Te habré jugado una muy mala pasada...

Y volvió a reír.

- Será como si te hubiese dado, en vez de estrellas, montones de pequeños cascabeles que saben reír...

Y volvió a reír."

Creo que he olvidado lanzarme, más seguido. Pero, ¿salir lastimada? ¿otra vez? Sacudirse y seguir adelante. Pero cuántas veces más, es la pregunta. ¿Por qué?

Por vivir, por aprender, para ser, para estar. 

A lo mejor y me he dejado vencer por el sistema. Aparenta ser más seguro, y así no me hago lío. Pero son estas pequeñas cosas que me tambalean y me remueven esa loca energía que tengo dentro. Esas ganas de desatarme y mandar todo al carajo, y vivir, bailar, reír, y simplemente disfrutar.



"Quiero ir contigo al teatro, luego al bar a bailar tomando, y amanecer bailando contigo... desnudos... ¡volando!"

Y papá viene a mí. Pequeños destellos, carpe diem. Ese man estaba loco. Y yo heredé esa locura.

¿Dónde está?

¿Dónde estoy?

Pero sobre todo, ¿para dónde voy?



2 comentarios:

Clari dijo...

me gusta volar, trasladar mi mente a otros lugares, disfrutar de nuevas naturalezas.. por eso siempre que puedo intento hacer vijaes.. la última vez que tuve que viajar a Ecuador por trabajo aproveche para reencontrarme con paisajes únicos y disfrutar de nuevos pensamientos

Diana Patiño Flor dijo...

Oh, acá en Ecuador tenemos paisajes maravillosos. Adoro mi país. Y sí, también me encanta viajar. Aunque este post trata más de un salto emocional. Simplemente lanzarse, y vivir.

Saludos.