lunes, septiembre 27, 2004

¿Quieres ser mi novia?

¿No extrañan esta pregunta amigas lectoras?, ¿cuándo fue la última vez que la formularon amigos lectores? Para ser sincera, yo la añoro.

La juventud se acelera cada vez más y más, viviendo deprisa y pensando sólo en el momento. La mayorí­a de los hombres, por no decir casi todos, van perdiendo poco a poco el arte de conquistar a una mujer. Tampoco hay que exagerar y remontarnos a las épocas antiguas pero ya son pocos los hombres que utilizan esta pregunta como toque final a su conquista.

"Pero si ya la besé, ¿para qué declarármele?" Me imagino que puede ser un pensamiento que pase por sus mentes. Bueno... Déjenme comentarles, queridos amigos, que una declaración, sincera y salida del corazón, es una de las cosas más hermosas que una mujer puede escuchar. El poder responder "sí" (espero...) es magní­ficamente gratificante y te da una sensación de plenitud y piensas "¡Por fin!".

Esta pregunta es un fin y a la vez un comienzo. El fin de la conquista y el comienzo de una relación la cual no puede ni debe dejar atrás los gestos y detalles de la etapa de conquista. Más importante que llegar es saber mantenerse en ese lugar.

Sin embargo, poco a poco va quedando atrás esta pregunta tan simbólica hasta que al final, temo yo, quede olvidada en el baúl de los recuerdos. Sólo escribo este artí­culo para decirles, a ustedes hombres, que no dejen de usar este ritual tan significativo llamado "conquista". A los que lo siguen usando, felicidades y no se sientan avergonzados de hacerlo. Y a quienes quieren usarlos y no saben cómo o les da verguenza, un consejito que nunca falla: Pónganse la mano en el corazón, afinen sus oí­dos para escucharlo y dejen que él hable por ustedes. Es lo mejor, se los aseguro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me consta

Joseph Seewool dijo...

Sabio consejo, hay que recuperar los orígenes y las buenas costumbres. Y en efecto, lo más dificil es conservar, mantener y cuidar el amor, renovarlo cada día.

Diana Patiño Flor dijo...

Es bien difícil.