Me permito copiar su post y les ofrezco una historia corta, directa, con una narrativa fácil de digerir... digerir, jeje... si terminan de leer el cuento sabrán porqué esa palabra me hace reir.
Chuck Palahniuk es medio raro, al menos su historia es extraña y eso sin contar con su narrativa: corta, clara y concisa. Oraciones breves, y en la mayor parte de los casos, contundentes. Es un buen escritor, aunque para muchos no sea más que un objeto de culto y quizás como lo ha precisado Rodrigo Fresán en su momento, esa idea de culto ha conseguido minimizar lo que tiene por ofrecer como narrador.
Palahniuk, para el que no lo sabe, es el autor de la novela que sirvió de base para “Fight Club”, filme que no tuvo un gran éxito cuando fue estrenado, pero que la rompió todo con el dvd y ahora es ya una de esas películas de culto (el desfase, la esquizofrenia Tyler Durdeen y el otro yo es simplemente encantadora). Palahniuk es también huérfano de padre, quien falleciera luego de ser asesinado por el ex novio de su entonces pareja, una mujer que había conocido por la web. Sí, algo sacado de esa narrativa torcida. Siempre que pienso en eso recuerdo la línea argumental básica de “Choke”, donde el protagonista, completamente alienado concibe en la acción de ir a restaurantes y atragantarse con la comida el vehículo para relacionarse con otros. Nunca he sentido mucha distancia entre la obra Palahniuk y la de Cronenberg, por ejemplo.
Palahniuk es un escritor de freaks, tiene su séquito que enarbola la bandera de sus libros como una biblia contemporánea. Ahí está un problema grave que hay que saber sortear, pero eso creo que debe ser motivo de sus dilemas y no de uno como lector.
Llego ayer a ciertas notas sobre Palanhiuk, especialmente una que habla de desmayos durante una lectura de su cuenta “Guts” (“Tripas”). El registro viene desde su boca, algunos medios se hicieron eco en ese entonces (hace casi 5 años) y hablaban con cierta maravilla de ese hecho que en sí es casi fantástico. Una obra de ficción que genere ese tipo de reacciones no deja de ser un elemento de voluminoso mercadeo… morbo… curiosidad.
El punto está en que “Guts” es un ejercicio de narrativa y de crudeza. En él, Palahniuk parte de una premisa un tanto obvia: generar pavor con elementos comunes, nada de cosas extraordinarias, o fuera de lo terrenal. No, todo está ahí, a la mano y se produce el pavor, todo generado por las diversas posibilidades de la masturbación. Así se llega al terror, a esa cercanía con lo nefasto y lo antiproducente.
Uno al leerlo puede darse cuenta del por qué las reacciones, y a la vez considerar todo como un acto desproporcionado (hay gente que sospecha que estos ‘desmayos’ fueron armados por los fans de Palahniuk); sin embargo, la realidad es que se trata de un cuento que busca levantar algo en quien lo lee o lo escucha, y en esa certeza hay un buen relato con un final poderoso y contundente. No sé si sea para tanto, pero ahí les dejo un link para que lo lean. Clic acá.
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