Me han dado un portazo inesperado. Un fuerte golpe en la espalda. Giro sobre mis tobillos y siento tristeza. Viendo una puerta cerrada sin previo aviso, llena de injusticia.
Pero giro nuevamente, miro al frente, y descubro un gran horizonte lleno de nuevas posibilidades por descubrir. Es cuestión de buscar un nuevo camino y seguir su sendero.
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