Estaba interesante la conversación. Se estaban conociendo. Y se lanzó la pregunta de rigor:
- ¿Estás soltera?
En ese momento te preguntas si decirle la verdad sabiendo que podrá huir, o una dulce mentira para que se quede.
Y aunque te gustan los dulces, más rico sabe la verdad.
- No, no lo estoy. Tengo novio.
- Y entonces, ¿qué haces aquí?
- Él también lo está.
- No entiendo. Explícame eso.
Bien, piensas. Se enganchó. Sigamos.
- Sí, es una relación diferente y muy interesante. No es que no crea en la monogamia. Hay personas que lo son. Y está bien. Yo lo considero una imposición de la sociedad y la religión. El ser humano por naturaleza no es monógamo.
Solo mira las estadísticas a nivel mundial. Tanta infidelidad, cachos, cuernos, peleas, divorcios.
Tampoco ando tirando con Raymundo y todo el mundo. Jajajajajaja. Pero es súper interesante que al tener libertad total, decido quedarme. No sé si me explico bien. Cada día en mi libertad lo elijo a él como mi pareja.
...
...
Ya era tarde. El sueño la venció. Pero hoy volvió a escribir. Cruzamos un par de palabras. Ella está soltera.
- ¿Planes para hoy?
- Un paquete de galletas y a dormir. Ya preparé todo para mañana. ¿Y vos?
- Pues en cama a ver pelis. Pensé que me ibas a decir que ibas a hacer el amor, jeje.
- Ya le hice el amor. Le preparé una copa de sangría y se la dejé en la mesa. Mientras trabaja. Yo ya estoy echada en la cama. ¿Qué peli vas a ver?
...
...
Todavía no responde. Y el sueño me vence de nuevo.
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