Gracias a un fulanito, y su post Los 100 placeres cotidianos más “pitufifantásticos”, este blog ha cobrado vida.
Debo iniciar este post con la misma pregunta que se hace Adrián: ¿Qué es lo que se te viene a la mente con la palabra “felicidad”?. Y sí, contestarme con la misma respuesta que da este man. Más claro, ya mismo le copio el post y se acabó, jajajajajaja.
No, no. Ya me inspiré. Quienes me conocen saben que disfruto la vida y los pequeños detalles. Son esos placeres fortuitos, inesperados, cotidianos, sencillos, los que a veces pueden arrancarte una gran sonrisa, y llenarte de satisfacción. Claro está que algo por lo cual te has esforzado y obtienes es también altamente gratificante. En mis años de Aire Libre (un campamento de supervivencia de la sierra) Fabián Zurita, el líder, siempre nos decía que "las verdaderas alegrías solo brotan del esfuerzo". Y no puedo estar más de acuerdo. Todavía recuerdo esa sensación de orgullo al coronar la cumbre de una montaña. Sin embargo, también considero que cosas sencillas también te hacen muy feliz. Es más, considero que día a día tenemos muchos motivos para ser felices.
Hace tiempo vi una película, Hector and the search of happiness, en donde un psicólogo viviendo una vida monótona y sintiendo que no lograba ayudar a sus pacientes a ser felices (ni él mismo se sentía feliz) decide emprender un viaje por el mundo para buscar qué es lo que hace felices a las personas. La película no es la octava maravilla del mundo, ni tiene un grandioso elenco, pero (además de ciertos paisajes espectaculares) posee un gran mensaje. Spoiler alert! Spoiler alert! Al final, Héctor descubre no solo que todos los seres humanos podemos ser felices, ni que tenemos el derecho de serlo. Va más allá: tenemos la obligación de ser felices. Si tienen tiempo, les recomiendo buscar la película. Es perfecta para ver una tarde sin planes, o un domingo por la noche, con un buen tazón de canguil.
A inicios de año descubrí una página con un proyecto maravilloso. Se llama 365 Grateful, en donde proponen tomar una foto diaria, por 1 año (de ahí el 365) de algo por lo cual te sientes agradecido. Y sin pensarlo mucho lo inicié. Ayer subí la foto 155. ¿Qué he descubierto? Que cualquier cosa te puede hacer feliz. ¡Hasta encontrarse 20 centavos! O una tarjeta de una propiedad de Monopolio. ¿Y saben qué más descubrí? Que el agradecimiento es contagioso. Tengo una amiga que ha iniciado su propio proyecto viendo el mío, y en algunas ocasiones me han comentado en las fotos que se sienten agradecidos de que comparta mis agradecimientos (valga la redundancia), y eso hace que ellos también busquen sus propios motivos para agradecer.
Por acá les comparto un vídeo sobre la ciencia detrás de la felicidad, y cómo el agradecer te puede hacer sentir feliz. Esta gente tiene más vídeos muy dinámicos y entretenidos. Valen la pena echarles un ojo.
Volviendo a la idea original del post, Adrián me ha inspirado para hacer mi propia lista. Aunque puede ser muy parecida a la suya (que no le estoy copiando, caramba), y es fácil que lo sea, si haces una lista de cosas cotidianas que te producen felicidad. Aquí y en la "conchinchina" la risa de un bebé te puede hacer feliz.
Así que, damas y caballeros, público presente, a continuación enumeraremos las 100 cosas cotidianas que hacen feliz a esta linda monita:
1. Pedalear. Sobre todo cuando la ciudad está vacía y tienes las calles para ti solita. Y por otro lado, cuando hay un tráfico terrible y uno puede deslizarse entre los carros sobre sus dos ruedas.
2. Hacer ejercicio, sacarse el aire y al final terminar rojo, agotado y contento.
3. El olor del pan caliente, del algodón de azúcar, las galletas recién horneadas, el chocolate, la pizza, el pavo en Navidad, el pan de yuca, el tallarín de albahaca.
4. Probar una gastronomía diferente a la tuya. ¡Y que te guste!
5. Encontrarse dinero en los bolsillos.
6. Encontrar dinero en la calle. Yo que ando en bici me suelo encontrar moneditas :D
7. Cuando te encuentras a alguien en la calle y no la recuerdas, pero después de un rato de pensar y pensar y pensar, logras descifrar quién es.
8. Cuando tienes antojo de comer algo, y lo cumples. Y yo soy una mona muy antojada.
9. Que te den una sorpresa. Ya sea un regalo, una visita, tu postre favorito, una invitación.
10. Alcanzar un objetivo propuesto.
11. Tener ganas de ir al baño, muchas ganas, tener que aguantarse por a o b motivo, y por fin ir. Aaaaahhhhh, qué alivio.
12. Ayudar a alguien.
13. Para las mujeres, llegar a casa y sacarse el sostén. Y los tacos.
14. Hacer el ridículo en público, y en pleno momento de verguenza, morirte de risa.
15. Verse al espejo y decir “¡pero qué guapa que soy!” (Sí, soy una coqueta).
16. Bailar mientras hago las compras en el supermercado. Si sale una canción que me gusta, puedo canturrearla, o danzar en los pasillos al son.
17. La risa de un bebé, de un niño.
18. El olor a tierra mojada (petricor se llama).
19. Comer. Cooomeeeeeer. Me hace muy feliz.
20. Llegar a casa luego de un día agotador, pegarme un buen baño y descansar.
21. El helado. En todas sus manifestaciones, con todos los aderezos. Larga vida al helado.
22. Salir a trotar tempranito, y ver como va amaneciendo conforme voy trotando.
23. Los atardeceres. Ya sean en la ciudad, en la playa, en pleno carretero.
25. Esos fines de semana que no tengo planes y disfruto pasar descansando todo el día, viendo pelis o series.
26. El olor de los libros nuevos.
27. Clownear. Ser payaso voluntario.
28. Cocinar.
29. Preparar bolones. Con su respectivo huevo frito. O un buen tazón de frutas con yogurt. Dependiendo del antojo.
30. Salir de viaje.
31. La playa.
32. Tomar vacaciones.
33. El batido de Milo de mi tía Myriam.
34. Las burbujas, o pompas de jabón.
35. El plástico burbuja.
36. El olor de la flor frangipani plumeria acuminata (¡frangi QUÉ!)
37. Ver una película que me gusta.
38. Volver a ver una película que me gusta mucho. Y si vuelven a correr lágrimas de emoción, mejor.
39. Escuchar una canción que me encante. Y si está de moda y me hace bailar, mejor.
40. Bailar. Bailar toda la noche. En casa, en una fiesta, en plena calle. ¡Bailar!
41. Que me manden besitos o palabras de cariño por celular.
42. Hablar con mi hermano y ver a mis sobrinos.
43. Los zapatos de caucho. Amo andar en zapatos de caucho.
44. Las cosquillas.
45. Los abrazos.
46. Ver a un hombre guapo. Y mejor si te mira de regreso.
47. Una copa de vino.
48. Salir con amigos.
49. Acostarme en una hamaca. Mejor si es en la playa.
50. Andar en moto.
51. El jugo de maracuyá.
52. Acurrucarme al lado de mi madre y que me rasque la espalda y la cabeza.
53. Hacer reír a las personas.
54. Escuchar los Beatles.
55. Los cachorros. Perritos, gatitos.
56. Caminar en la arena.
57. Sumergirme en una buena lectura.
58. Los juegos de mesa. O videojuegos. Jugar en general.
59. Atacarte de risa, hasta quedarte sin aire.
60. Que me mimen, engrían.
61. El caaaanguiiiiiiiiil.
62. El chocolate en todas sus expresiones. Las galletas. Ay, los dulces. El manjar. Bendito Baco.
63. Esos besos sonoros. O inesperados. Que te planten un buen beso en la mejilla.
64. Que me digan "te quiero", "gracias", "ten un buen día", etc.
65. Los arcoiris.
66. Viajar por carretero y disfrutar los maravillosos paisajes.
67. Y si vuelas, ver las nubes.
68. Acostarse sobre el césped.
69. Que llegue el viernes, y el fin de la jornada laboral.
70. Los feriados.
71. Un baño de burbujas, con agua tibia, velas, incienso, y música suave.
72. Un buen masaje.
73. Que me piropeen.
74. La gente educada. Que saluda, se despide, pide perdón, dice gracias, por favor.
75. Andar en Internet. Investigar cosas, leer noticias de interés. Las redes sociales.
76. Encontrarse con alguien a quien no ves en mucho tiempo y ponerse al día.
77. Que algo agradable me haga acuerdo de mi papá.
78. Resolver un problema.
79. Aprender algo nuevo.
80. Conocer nuevas personas.
81. Tener miedo o recelo de algo y vencerlo.
82. Rascarse.
83. Oler un buen perfume. O que alguien te salude, huela rico, y se te impregne el aroma.
84. Recibir un premio, una felicitación, ganarte algo.
85. Las flores, los árboles, animales. La naturaleza en general.
86. Darle un regalo a alguien. Mejor si es una sorpresa.
87. Cargar un bebé. Hacerle mimos.
88. Enamorarse. Esa sensación de cosquillas en la panza. Ver a los ojos a esa persona que quieres.
89. Caminar escuchando música.
90. Que me lleven la comida a la cama.
91. Que alguien te pida consejo, y poder ayudarle con su problema.
92. Acurrucarse en los brazos de alguien que quieres.
93. Que alguien te dé una buena noticia.
94. Estar cochino, cochino, y pegarse un buen baño. Salir fresquito de la ducha.
95. Despertarte un fin de semana y retozar en la cama un rato, porque no hay necesidad de levantarse todavía.
96. Sonreírle a alguien y contagiarle la sonrisa.
97. Que te den yapa en algo de comer o tomar.
98. Estar en un carro con tus amigos, que suene una canción y todos ponerse a cantar.
99. Que un pana tuyo se caiga o golpee. Esas pequeñas desgracias ajenas que te hacen partir de la risa.
100. Hacer una broma a alguien, que te cuenten un chiste.
Plus 1: Toparme con otro ciclista urbano.
4 comentarios:
Wowwww. Amé tu lista! Pensaré seriamente lo de hacer mi proyecto 365, aunque también me gusta el de los 100HappyDays. Aún no me decido por cuál pero algo haré al respecto. Me partí de risa con el de mirarte el espejo y pensar: qué guapa soy! (sí, soy una coqueta), jajajajajaja. Me proyecté y esos pequeños guiños o diálogos internos contigo misma, son lo mejor del post!
Acabo de revisar ese reto de los 100HappyDays, y resulta que ya me pasé, jajajajajaja. Sea cual sea, el truco es encontrar cada día los motivos que nos hacen felices, y disfrutarlos.
Y sí, me encanta coquetearme, y hablar conmigo misma. Siempre digo que tengo vocecitas adentro y a veces armamos unos diálogos bárbaros.
waaaooo me encantó el reto de las fotos y los días, estaba buscando algo interesante en lo que podría enfocar mi atención por unos meses y que al mismo tiempo sea a diario, no se me había ocurrido algo tan sencillo y profundo como una foto por día captando lo importante. Felicidades por el bloc
Esa es, Karina, anímate, y poco a poco verás que hay infinidad de cosas por agradecer cada día. No tienen que ser meegaaa agradecimientos. Cosillas sencillas, que pueden pasar desapercibidas, pero que te sacan una sonrisa. Bienvenida al club de los que agradecemos porque el sol salió.
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