Hoy aprendí que Somos una sociedad machista, homofóbica, clasista, sexista, misógina, adultocentrista, racista. Y al mismo tiempo cálida, bondadosa, alegre, amiguera. Hoy comprendí que castramos emocionalmente a nuestros hijos varones, al mismo tiempo que ofrecemos a nuestras hijas al mejor postor. Digo, partido. Y que con tan solo 16 años ya vamos a ser madres. Y ya debemos dejar esas cosas de ensayos de lado, porque debemos cuidar al marido.
Hoy aprendí que nuestros padres dicen estar orgullosas de nosotras y jamás han ido a ver nuestras presentaciones. Y que nos da permiso para ciertas cosas, pero para eso no. "Uy, no, señorita, mi marido para eso no me da permiso".
Hoy conocí dos adolescentes con la fortaleza suficiente para hablar de cosas que nos incomodan. De primos, flores, libros, y derechos. De respirar. De sueños. De ser. Y sobre todo, de no dejar de ser lo que queremos ser.
Hoy regreso a casa con la analogía del gasfitero que con el tiempo ya solo grita: "eeerooooo". Que nuestra relación al pasar el tiempo sea como su llamado, el cual lo entendemos aunque no lo pronuncie completo.
Hoy Somos mucho más de lo que fuimos tiempo atrás. Y todavía nos falta por ser.
1 comentario:
¡¡Gracias por estar!! Gracias por compartir el barrio donde nos baste un "eeeero".
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